martes, 24 de febrero de 2009

23 F

La gente se pregunta qué es lo que estaba haciendo el 23 F, pero a mí me da por arrastrar la imaginación más lejos y pensar qué hubieran perpetrado de haber sido muchachos talluditos o mesoneras bávaras en los tiempos de Adolf, y de pronto veo al poeta M. delatando a ese hombre con guedejas de rabino, o al profesor S. tocando el violín ante un grupo de SS-Obergruppenführer y, por supuesto, a más de un jefe engrasando con aceite suizo el reloj de la cámara de gas. Soplones, insensibles, alimañas, así es como concibo a muchos que ahora presumen de prurito democrático o dibujan versos en papel de arroz. De vez en cuando, hay que mirarse en el espejo histórico de lo que podríamos haber llegado a ser. ¿Que cómo me veo a mí mismo? Tampoco salgo bien parado, pero a vosotros os lo voy a contar.

2 comentarios:

  1. Yo recuerdo perfectamente q hacía aquella tarde. Estaba embarazada de mi hijo, de muy poco aún, y había ido a mi antiguo cole para ver a una de mis profes favoritas. Estábamos charlando en su despacho cuando entró, asustada, una madre de alguna de las niñas q aún jugaban en el patio. Nos contó q parecía q los militares habían tomado el Congreso, q no sabía nada muy bien y q en la radio solo daban música. Mi profe salió al patio del recreo y les dijo a las niñas q se fueran a sus casas rapidito y sin entretenerse. Yo salí a la calle y lo q mas me sorprendió es q no pasaba nada.
    Mi hijo cumplirá 28 años en noviembre. Tuvo q sentir mi miedo, mi inseguridad, como sentía mi paz y mi voz. Afortunadamente, esos terroristas, esos violadores de una democracia joven y asombrada, no lo consiguieron. Mis hijos no han vivido bajo una dictadura, tienen suerte. Ojala siga así.

    ResponderEliminar
  2. Ah,¿Pero lo del 23F no salió bien? Qué tonto estoy. Yo pensaba que al final los golpistas se hicieron con el poder. Hasta hoy.
    (Miguel, definitivamente es usted uno de los grandes, un inmortal.)

    ResponderEliminar